Es imposible que una mente llena de pensamientos negativos y pecaminosos pueda transmitir espontáneamente palabras de edificación espiritual.
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Reflejamos lo que pensamos.
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Por eso, necesitamos desechar de la mente, todo pensamiento contrario a la forma de pensar de Dios. No consintamos todo aquello que sea nocivo para nuestra salud espiritual.
No aprobemos, ni nos deleitemos en pensamientos que Dios no aprueba. ¡Desechémoslos!
Cada día necesitamos llenar nuestra mente con el contenido de la Palabra de Dios. ¡Leámosla! ¡Estudiémosla! ¡Meditémosla! Esto hará que reflejemos espontáneamente LA LUZ DE CRISTO en donde debemos de hacerlo.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Filipenses 4:8
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1 comentario:
Hola José Alfredo Dios le bendiga grandemente, es verdad debemos renovar nuestra forma de pensar, de la abundancia del corazón habla la boca. Un abrazo
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