Las pruebas intensas y
dolorosas que has vivido a lo largo de tu historia son los medios de los que
Dios se ha valido para hacerte madurar en la fe y en la paciencia. Humanamente hablando
se trata de situaciones interminables, dolorosas
y a la vez imposibles de resolver.
Posiblemente muchos de ustedes
al presente estén viviéndolas...
Ante esta situación, Dios
por medio de la carta del apóstol Santiago dice ahora:
“Hermanos
míos, tened por sumo gozo cuando os
halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y
cabales, sin que os falte cosa alguna”.
Santiago 1:2-4.
El “sumo gozo” NO es una mente programada para hacerle frente al dolor,
ni tampoco es masoquismo.
El “sumo gozo” es resultado de la paz extrema que se tiene en Dios, independientemente
a las circunstancias presentes.
El “sumo gozo” es la reacción espontánea que un alma llena de Dios tiene
cuando enfrenta la prueba.
El “sumo gozo” es la firme convicción que todo va encaminado para bien,
aunque en el momento no se comprenda por qué están pasando las cosas.
El “sumo gozo” es creer que las promesas de Dios se van a cumplir al
pie de la letra.
El “sumo gozo” es esperar en medio de la aparente “noche oscura”.
Alégrate, pues en medio
de esta situación insoportable tu fe y paciencia se están perfeccionando...
En ninguna parte de la
Palabra de Dios se nos dice que estaremos exentos a las pruebas. Al contrario,
las confirma a cada momento.
Dos ejemplos:
“Estas cosas
os he hablado para que en mí tengáis paz. En
el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Juan 16:33
“Mas el Dios
de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de
tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.”
1 Pedro 5:10
¿Cuánto durará ese “poco
de tiempo”?
No lo sabemos, pero
incluso, ese “poco de tiempo” puede ser en caso extremo toda una vida; pues en
fin de cuentas ¿Qué son 80, 90, 100 años ante toda la eternidad?
¡Nada!
Cuando vemos la vida
desde esta perspectiva, entonces nuestra visión cambia totalmente.
Aún no hemos llegado a
la Patria Celestial...
Somos peregrinos...
La noche es temporal...
El dolor es temporal...
La incertidumbre es
temporal...
Las lágrimas son
temporales...
TU PRUEBA ES
TEMPORAL...
Todo en la tierra pasa, pero de lo que has de tener la plena certeza es
que vendrá un momento de tu historia personal en que Dios hará nuevas todas las
cosas.
“Enjugará
Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba
sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo:
Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.”
Apocalipsis 21: 4-5.
Es importante que ahora
tengas la plena certeza que vendrá un día en que Dios hará nuevas todas las
cosas. Extremadamente diferente a como están en este preciso momento...
En estos momentos estás
aun “en las primeras cosas”, pero cuando éstas pasen, entonces vendrán las
nuevas.
Es “por algo” que Dios
ha permitido que recibas esta reflexión. Quiere que le creas y te consueles con
sus promesas.
Por ley general, el
dolor solo dura “un momento”.
No lo olvides...
Aunque paradójicamente
ese momento dure 100 años.
“Porque esta
leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y
eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que
no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son
eternas.”
2 Corintios 7:17-18
José Alfredo Liévano
Twitter. @JAlfredoLievano
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