martes, 9 de diciembre de 2014

ESTORBOS QUE IMPIDEN “SABOREAR” LA COMUNION CON DIOS.

Cuando experimentas una “mínima gota” de la presencia de Dios en tu interior, tu visión acerca de la vida cambia de manera radical. Las convicciones en su Palabra se hacen más firmes, tus emociones son sanadas y tus deseos se enfocan en agradar a Dios espontáneamente; sin embargo, muchos cristianos aún se están perdiendo de esta bendición debido a que aún toleran o permiten ciertos estorbos que no desean soltar, haciendo que su vida cristiana entre en una “rutina religiosa” estéril, aburrida y sin sentido.

Veamos algunos estorbos que podrían impedir que esa unión con Dios se vea afectada de manera negativa...


ESTORBOS QUE IMPIDEN “SABOREAR” LA COMUNION CON DIOS.


IDOLATRIA.-

La idolatría es darle culto a lo que no es Dios...
Es anteponer a la criatura antes que al creador. Es darle atributos que únicamente a Dios le corresponden...
Es confiar más en las personas que en Dios...
Es confiar más en las capacidades humanas antes que en las de Dios...
Es confiar más en las fuerzas humanas antes que en las de Dios...
Es confiar más en las enseñanzas humanas antes que en las de Dios...
Es buscar el gozo en las personas o cosas antes que en Dios...
Es confiar más en los recursos o dinero antes que Dios.
En otras palabras es desplazar a Dios para darle paso a la criatura.
Es ignorar a Dios.

El apóstol Pablo en la carta a los romanos nos ilustra esta verdad:


“Porque las cosas invisibles de él (Dios), su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.”
Romanos 1:20-23


Algunas acciones específicas para vencer este obstáculo:
Desechar todo aquello que compita con Dios...
Priorizar a Dios sobre todas las cosas y personas...



INCREDULIDAD.-

La incredulidad es NO creerle a Dios a pesar de haber visto evidencias de su poder y soberanía en medio de las circunstancias...
Es NO creerle a Dios a pesar de haber visto cumplirse su Palabra de manera clara y específica...
Es no creerle a Dios a pesar de recibir su Palabra oportuna en momentos específicos de la vida...
La incredulidad es decirle “mentiroso” a Dios y veraz al hombre...
Es darle crédito más a las palabras humanas que a las palabras de Dios.
La incredulidad se evidencia en las personas necias, quienes a pesar de haber visto y oído a Dios en las diversas circunstancias de su vida, aun así se mantienen en esa posición.
Quien no le cree a Dios no le agrada, y por lo tanto existe un vínculo roto entre esa persona y Dios.

El escritor de la carta a los hebreos lo dice con claridad:

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Hebreos 11:6.


Algunas acciones específicas para vencer este obstáculo:
Recuerda todas las veces en las que Dios ha obrado en tu vida...
Recuerda todas aquellas palabras que Dios en su oportunidad te dio justamente cuando las estabas necesitando...
Dedica tiempo para que la acción de la Palabra de Dios ponga en tu interior la convicción de su contenido...



INCONFORMIDAD.-

La inconformidad es no estar contento con lo que uno es o tiene...
Es estarse quejando con amargura y de continuo ante las circunstancias que a diario vive...
Es compararse con otras personas y querer ser como ellas son...
La inconformidad es un reflejo de la ingratitud a Dios.
La manifestación visible de la inconformidad es la murmuración continua en contra de Dios, de las circunstancias, de las personas y de uno mismo. Es decirle a Dios: “no estoy contento como me tienes, creo que merezco más”.
Inconformidad es olvidar que todo cuanto hemos recibido es por GRACIA y solo por GRACIA, y que todo cuanto somos y tenemos es por pura misericordia de Dios.
Nada merecemos e incluso hemos recibido mucho más de lo que somos merecedores.

El escritor de la carta a los hebreos dice:

“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”
Hebreos 13:5.


También el apóstol Pablo se lo refuerza a Timoteo:

“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
1 Timoteo 6: 6-10


Algunas acciones específicas para vencer este obstáculo:
Reconocer que todo lo que eres o tienes te ha sido dado por GRACIA de Dios, que nada mereces.
Darle gracias a Dios por todo aun a pesar de las limitaciones existentes.



SOBERBIA.-

La soberbia está relacionada con la altivez, la altanería, la arrogancia, la vanidad y el egoísmo. Una persona con esas características se opone rotundamente al carácter de nuestro Señor Jesucristo, ya que presenta el polo opuesto de lo que él es.
Es soberbio aquel que se cree mejor que los demás y lo pregona por los “cuatro vientos”, incluso habla de características personales que ni siquiera tiene.
Es el tipo de persona que dice no necesitar de Dios para alcanzar sus metas y obviamente no lo toma en cuenta en su vida.
Es el autosuficiente que considera a Dios para los ignorantes y los débiles...
Es aquel que hace propaganda de sus riquezas y habilidades...
Es aquel que pretende opacar los logros de otros, haciendo cualquier cosa para que no sean conocidos...
El soberbio anda sediento que la gente lo alabe por lo que es o hace...
El soberbio es aquel que tiene entronizado su YO sobre todo lo demás...
Es aquel que tiene toda la razón aunque sus argumentos estén equivocados a la vista de todos...
Es aquel que se ve por encima de los demás y los hace sentir mal...
Es aquel que tiene una sed insaciable del aplauso y de la alabanza.
Un soberbio jamás se “humillará” para pedir perdón aunque sepa que ha tenido la culpa.
La soberbia es lo opuesto a la humildad y a la sencillez, virtudes propias que deben caracterizar a todo cristiano.

En la Biblia vemos como Dios habla en contra de los soberbios veamos algunos ejemplos:


“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”
Santiago 4:6

“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”
1 Pedro 5:5


Algunas acciones específicas para vencer este obstáculo:
Reconocer la dependencia absoluta de Dios.
Reconocer que todo lo que tienes y eres es dado por Dios.
Reconocer tus defectos y errores.



PECADOS DE LA CARNE. -

Son aquellos que se reflejan por aquellos hábitos que son propios de nuestra naturaleza carnal, los que instintivamente se reflejan hasta llegar al descontrol. No puede haber comunión con Dios si dejamos que tales hábitos sean parte de nuestra vida.  Veamos lo que el apóstol Pablo nos dice al respecto:


“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Gálatas 5:17-21.


Algunas acciones específicas para vencer este obstáculo:
Mucha oración y reflexión bíblica.
Apartarse de todas aquellas ocasiones que nos lleven a caer en cada uno de estos hábitos.
Cortar radicalmente con toda relación personal que te lleve a incurrir o a mantenerte en alguna de estos hábitos.

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Si no experimentas la vida plena en Cristo es porque hay alguna área de las mencionadas atrás con la que tienes problemas serios.
Dios quiere que experimentes en Cristo esa vida en abundancia que ofrece gratuitamente, pero es necesario que detectes cuales son los obstáculos que te impiden experimentarla...


José Alfredo Liévano
Twitter.  @JAlfredoLievano  



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