No lo puedes creer, pero Dios te
ha elegido para una misión superior a tus méritos y capacidades. Te ha dotado
de talentos y recursos; además te ha puesto en un lugar clave para que desde
ahí hagas lo encomendado por él. Todo lo ha ido preparando desde hace mucho
tiempo, sin que incluso, te dieras cuenta.
¿De
qué se trata esta misión?
Se trata de iluminar el mundo con
la luz de Cristo mediante la difusión de su Palabra y por el testimonio de una
vida coherente con el mensaje que transmites. Se trata de levantarse de la “butaca
del espectador” y comenzar a ejercer un papel protagónico en tu vida cristiana.
ES NECESARIO QUE TE PONGAS BAJO LAS ÓRDENES DE DIOS.
Así
como lo hizo Isaías...
“Heme aquí, envíame a mí.”
Isaías 6:8
Así
como lo hizo el apóstol Pablo...
“Señor, ¿qué quieres que yo haga?”
Hechos 9:6
Dar ese paso de valentía con la
firme convicción que Dios se encargará de respaldarte en el desarrollo de la misión
encomendada. (Capacitación, conducción, protección y provisión)
No
se trata de dejar tu trabajo, tu familia y tu país. Se trata de ser una “lámpara
encendida” en ese contexto, a menos que Dios tenga otros planes para tu vida.
La labor no es fácil, pues lo que
impera ahora es la maldad y el rechazo a las normas de vida establecidas por
Cristo; de hecho, él lo advirtió a sus discípulos.
“En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al
mundo.”
Juan
16:33
No dudes de la atención constante
de Dios a tu favor. Acuérdate de sus intervenciones oportunas y milagrosas a lo
largo de toda tu historia personal. Si así lo hizo en el pasado, con mayor
razón lo hará ahora que te consagres a su causa.
------------------------------------.
Twitter:
----------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario