Cada
vez que dedicas tiempo para reflexionar en la Palabra de Dios, escuchas su voz;
de ahí que es vital dedicar un tiempo
diario para hacerlo. Es necesario invertir tiempos a solas con Dios, de
preferencia en la madrugada, cuando reina el silencio del mundo y se está libre
de todo afán. Vale la pena levantarse antes de lo usual para dedicar este
valioso tiempo.
¿Qué
ventajas obtienes?
Al reflexionar en la Palabra de Dios adquieres convicciones firmes en su contenido, discernimiento
para aplicarla a los acontecimientos presentes y sabiduría para proceder en cada
circunstancia de la vida.
“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio
de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Salmo 19:7
“La exposición de tus
palabras alumbra;
hace entender a los simples.”
hace entender a los simples.”
Salmo 119:130
Al reflexionar en la Palabra de Dios descubres que no hay deleite sobre la tierra que le supere, ya que tus emociones son sanadas
y revitalizadas con su poder. Nada más agradable y delicioso que
exponerse a la Palabra de Dios.
“Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el
precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.”
Salmo 19:8
“Me he gozado en el camino
de tus testimonios
más que de toda riqueza.”
más que de toda riqueza.”
Salmo 119:14
Al reflexionar en la Palabra de Dios experimentas el deseo intenso de vivir de acuerdo a sus lineamientos. Tu voluntad siente impulsada a hacerlo de
manera espontánea y natural. No ves la obediencia y el servicio a
Dios como una obligación gravosa, sino como una necesidad que nace desde lo más
profundo de tu ser.
“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.”
Salmo 119:11
“Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus
mandamientos no son gravosos.”
1 Juan 5:3
Al reflexionar en la Palabra de Dios experimentas su fuerza vital y eficacia en todas las áreas de tu
vida produciendo cambios profundos en tu mente, emociones y deseos.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón.”
Hebreos 4:12
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Que
el punto prioritario en tu apretada agenda sea el de reflexionar en la Palabra
de Dios en un clima de oración.
No
hay excusas para decir que no tienes tiempo.
Escuchas la voz de Dios al reflexionar en
su palabra, y percibes su eco en medio de los acontecimientos.
¡Compruébalo!
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José
Alfredo Liévano
Twitter. @JAlfredoLievano
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