Has entendido que
estás bajo un lento proceso restaurador que Dios comenzó hacer en ti desde que reconociste
a Jesucristo como tu Señor y Salvador. Desde ese momento comenzaron a suceder
cosas tan incomprensibles e incluso dolorosas
alrededor de tu vida, pero sabías que todo iba encaminado para tu bien.
No cabe duda que tu historia personal lleva la huella de la
gracia, la misericordia, el poder y la soberanía de Dios.
Haces bien en
reconocer tus limitaciones delante de Dios; eso se llama humildad. Tú sabes que pese a tus esfuerzos
perseverantes para hacer lo que a él le agrada, necesitas depender siempre de su intervención sobrenatural. Sabes que por momentos te cuesta creerle, sobre
todo cuando las adversidades se hacen más
fuertes. Sabes que te cuesta amar a
aquellas personas que te han dañado y dejado heridas profundas en tu corazón. Sabes que te cuesta romper con el cascarón
de tu egoísmo. Sabes que te cuesta
proceder espontáneamente de acuerdo a sus lineamientos. Sabes
que te falta mucho, pero lo importante es que estás en el proceso.
SABES QUE DIOS HA DECIDIDO NO SOLTARTE.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”
Filipenses 1:6
-------------------------.
Twitter:
----------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario