jueves, 5 de marzo de 2015

¡DESPIERTA!... ¡ABRE LOS OJOS!


¡DESPIERTA!...   ¡ABRE LOS OJOS!
LAS COSAS NO ESTÁN BIEN.
(Reflexión)

Desde temprano y sin cesar, Dios sigue insistiendo al mundo por medio de sus mensajeros a un arrepentimiento genuino; sin embargo sus palabras no tienen eco, muchos las toman con indiferencia para sumirse más en la maldad y o en la tibieza espiritual.
Lo descrito en el párrafo anterior me recuerda la situación  que se daba en la antigüedad, cuando los profetas enviados por Dios proclamaban su palabra e invitaban al arrepentimiento, pero a nadie le interesaba tal invitación. Veamos algunos ejemplos.

Ahora, pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice Jehová, y aunque os hablé desde temprano y sin cesar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis. (Jeremías 7:13)

“Y os envié todos los profetas mis siervos, enviándolos desde temprano y sin cesar; pero no me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres. Tú, pues, les dirás todas estas palabras, pero no te oirán; los llamarás, y no te responderán. Les dirás, por tanto: Esta es la nación que no escuchó la voz de Jehová su Dios, ni admitió corrección; pereció la verdad, y de la boca de ellos fue cortada” (Jeremías 7:35-28)

Y envió Jehová a vosotros todos sus siervos los profetas, enviándoles desde temprano y sin cesar; pero no oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar cuando decían: Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y moraréis en la tierra que os dio Jehová a vosotros y a vuestros padres para siempre; y no vayáis en pos de dioses ajenos, sirviéndoles y adorándoles, ni me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos; y no os haré mal. Pero no me habéis oído, dice Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos para mal vuestro” (Jeremías 25:3-7)

Los textos que acabamos de leer nos ilustra con claridad esta situación. La verdad es que a casi nadie sobre la tierra le importa una conversión genuina, por eso el mundo se encuentra así, exponiéndose al juicio de Dios. Esa es la realidad; y ante este contexto, creo que a la mayoría de cristianos nos corresponde despertar del sueño en el que estamos sumergidos y enfocarnos en el propósito por el cual Dios nos ha traído a este contexto actual.

¡DESPIERTA!...   ¡ABRE LOS OJOS!
LAS COSAS NO ESTÁN BIEN.

Mira las noticias locales e internacionales de cada día y comprobarás cuán lejos estamos de vivir en los lineamientos que Cristo nos enseñó. Se respira un ambiente fuerte de egoísmo, indiferencia, injusticia, corrupción, venganza, muerte, inmoralidad y todo lo relacionado con el germen de la maldad. Hemos llegado a grados altísimos de maldad así como en los días de Sodoma y en los días de Noé. Muchos cristianos dormitamos en medio de este mundo contaminado pensando que las cosas están bien, cuando en realidad hemos olvidado que somos antorchas de la LUZ de Cristo. Recuerda la exhortación de Pablo: Más vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 5:4-9)

Estamos viviendo los tiempos profetizados previos a la segunda venida de Cristo. El mismo nos da la señal inequívoca.  “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos” (Lucas 17:26-29).  Yo creo con toda certeza que estamos a las puertas de eventos sin precedentes en la historia de la humanidad. La presión de la maldad sobre la tierra ya no puede más. En los días de Noé y Lot, nadie se imaginaba de los juicios que se avecinaban sobre la tierra, como es el caso del diluvio y la destrucción de Sodoma. Todo mundo haciendo planes a futuro y a la vez burlándose del “fanatismo”  de sus pregoneros. Así estamos precisamente ahora. ¿Acaso no te has dado cuenta?

¡DESPIERTA!...   ¡ABRE LOS OJOS!
LAS COSAS NO ESTÁN BIEN.

Necesitamos insistir desde temprano y sin cesar al arrepentimiento, antes que todas estas cosas sucedan. No podemos quedarnos de brazos cruzados encerraditos en un templo. Es necesario ser voces que clamamos en el desierto sin avergonzarnos del mensaje del evangelio del cual somos portadores. Necesitamos vivir para lo que he hemos venido a la tierra. Necesitamos hablar y no pasar por inadvertidos aunque nos tilden de locos, fanáticos o ignorantes.

¡DESPIERTA!...   ¡ABRE LOS OJOS!
LAS COSAS NO ESTÁN BIEN.

Vienen tiempos muy difíciles para todas las naciones de la tierra. Vienen tiempos de juicio y Dios quiere que seamos sus portavoces que desde temprano y sin cesar pregonemos un mensaje de reconciliación por medio de Jesucristo, un mensaje de arrepentimiento y un mensaje de juicio para aquellos que se resistan a volverse a Dios.
No temas, porque Dios te preservará mientras dure tu misión en este entorno tan difícil que le espera al mundo.

“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalipsis 3:10-11)

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@JAlfredoLievano 

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