jueves, 19 de marzo de 2015

ES NECESARIO QUE ESCUCHES A DIOS.


Estamos viviendo tiempos peligrosos en los que la maldad en todas sus formas se ha manifestado...   tiempos en los que Dios se ha constituido en una idea y no en una realidad...   tiempos en donde la influencia maligna domina todos los campos de la sociedad... tiempos en donde la soberbia y la ambición de muchos gobernantes amenazan con destruir el mundo... tiempos en donde nadie o casi nadie está interesado en escuchar a Dios...   tiempos previos al juicio de Dios y el retorno de Cristo. “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3:1-5)

Dios está hablando y muchos no le escuchan por estar poniendo atención a “voces vanas”; sus mensajeros han salido por todo el mundo pero sus voces no encuentran “eco” en los corazones. Literalmente son “voces clamando en el desierto”

Tú no te dejes contagiar por el ambiente que te rodea, no te dejes alienar por el humo de pecado que le envuelve, no te dejes impactar por los espejismos que aparentan realidades consistentes, no optes por soluciones que no vienen de Dios. Es necesario  que pongas atención a su voz y cambies el cauce de tus prioridades.


ES NECESARIO QUE ESCUCHES A DIOS.

Reconoce tu necesidad absoluta de él, aléjate del “ruido” del mundo, dedica tiempo para reflexionar en su Palabra. Estos son los resultados que se producirán:

Ø Convicciones firmes en sus enseñanzas y promesas.

Ø Paz interior en medio de las circunstancias conflictivas.

Ø Deseos intensos de obedecerla aunque nadie lo haga.

Ø Determinación de  transmitir su contenido.


“Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones...”
Hebreos 3:12-15




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@JAlfredoLievano 

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