sábado, 18 de abril de 2015

AL HUMILLARTE BAJO LA PODEROSA MANO DE DIOS...



 Al avanzar por las sendas de tu vida cristiana has descubierto tu dependencia continua de Dios. Has entendido por múltiples y variados fracasos que con tus fuerzas y criterios personales eres incapaz de avanzar; a menudo te estancas y pierdes la visión de la meta que Dios te ha señalado, sin que te falten los sentimientos de ansiedad, tristeza y frustración.  Sin embargo, a pesar de ello Dios ha decidido no soltarte, por eso es necesario que pongas en práctica el siguiente consejo bíblico que llega en un momento más que oportuno para tu vida: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:6-7).

Humillarte es reconocer la NECESIDAD continua de Dios en todas las áreas de tu vida y dejar que “su mano” haga lo que definitivamente ya NO puedes hacer. Que “su mano” te levante, te fortalezca, te conduzca, te sostenga, te provea lo que hace falta y te quite lo que NO te hace falta. Simplemente dejar que haga lo que no puedes hacer.

Al humillarte bajo la “poderosa mano” de Dios, él mismo se encarga de conducir tu vida hacia sus propósitos eternos por medio de procesos ilógicos y muchas veces dolorosos; sin embargo, aunque así suceda tienes la certeza que él siempre tendrá cuidado de ti.

Al humillarte bajo la poderosa mano de Dios, tienes la certeza que tu vida no se echará a perder jamás, aunque por ello atravieses crueles y dolorosas tormentas.

Al humillarte bajo la poderosa mano de Dios, te constituyes en “semilla” sembrada en diferentes terrenos para que seas un árbol fructífero para su Gloria.


-------------------------.

Twitter:
----------------------------


No hay comentarios: