No te afanes en alcanzar los
favores de Dios dependiendo de tus propios méritos o capacidades; has
comprobado lo inútil y frustrante que resulta alcanzar algo de esa manera.
Parece que lo alcanzas, pero después te das cuenta que te es necesario comenzar
otra vez a “partir de cero”.
HAS ENTENDIDO QUE...
Nada aparte de la GRACIA y el PODER de Dios te puede favorecer.
Nada aparte de la GRACIA y del PODER de Dios puede sanar las áreas más recónditas de tu alma.
Nada aparte de la GRACIA y del PODER de Dios puede saciar todas tus necesidades.
Nada aparte de la GRACIA y el PODER de Dios puede garantizarte la protección en medio de este
mundo lleno de peligros e inseguridades.
Nada aparte de la GRACIA y el PODER de Dios puede capacitarte para llevar a cabo la misión que te
ha sido encomendada por él.
Nada aparte de la GRACIA y el PODER de Dios puede garantizar tu destino eterno.
“Porque él conoce nuestra condición;
se acuerda de somos polvo”
se acuerda de somos polvo”
(Salmo
103:14)
Necesitas
abandonarte bajo el favor inmerecido de Dios y bajo su poder sobrenatural.
Él hará por ti lo que te es imposible alcanzar. Con la gracia y el poder de
Dios alcanzarás lo inalcanzable.
Abandónate bajo la GRACIA
inmerecida de Dios y bajo su PODER sobrenatural; comprobarás que tu espera no
será en vano.
“Y el que creyere en él, NO será avergonzado”
Romanos 9:33
Romanos 9:33
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