A lo largo de toda tu historia personal, Dios te
ha conducido con PODER y SOBERANÍA. Has visto como te ha abierto puertas
inaccesibles... como te ha
derribado enormes obstáculos imposibles
de pasar... como ha detenido amenazas
destructoras en tu contra... como
permitió circunstancias en extremo ilógicas, tristes y angustiantes para
cumplir sus propósitos en ti... como te
habla constantemente para instruirte y enseñarte con la Palabra exacta para ese
momento (así como hoy).
Acuérdate de lo que Dios ha hecho a tu favor;
las evidencias palpables las tienes junto a ti, los recuerdos son tan vívidos
que no hay lugar para la duda. Evidencias innegables, que ahí están. No tienes motivo para darle espacio a la
duda después de haber visto y oído tanto. No tienes motivo para dudar de
sus promesas que indefectiblemente se cumplirán en contra de todo pronóstico.
Hoy Dios te anima a proseguir la marcha que
resta con la “brújula” de su Palabra que te hará llegar a puerto seguro, el “mapa”
que señalará tu destino, el manual de vida que te garantiza una vida plena en
él, el pan que te alimentará y fortalecerá.
Así como hasta este momento puedes corroborar la
acción oportuna de Dios a tu favor, así lo seguirás corroborando durante el
trayecto de tu historia personal. No te abandonará ni te dejará. Es necesario
que sus propósitos eternos se cumplan en ti “al pie de la letra”
“Y en el
desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su
hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar”
Deuteronomio 1:31
¡Descansa en la ROCA ETERNA de los siglos!
¡Descansa en las PROMESAS infalibles de Dios!
¡Descansa en el PODER y SOBERANÍA de Dios!
¡Descansa en la JUSTICIA de Dios a tu favor!
¡TU HISTORIA TIENE PROPÓSITO!
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