Artículos del pastor Carlos
A. Amarillo
Iglesia Bautista del
Centro, Argentina.
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Esta fiesta estaba íntimamente relacionada con la Pascua.
Levítico 23:6-8, la establece como fiesta solemne. La Pascua comenzaba el día
14 del mes primero, pero al día siguiente y por siete días era la fiesta de los
panes sin levadura. El primer día era de santa convocación. El séptimo también
lo era. En el Nuevo Testamento tenemos varias alusiones a la levadura. Esta
sustancia era una sustancia usada para fermentar la harina, aumentando su
volumen, levantando la masa que luego iba a ser cocinada. En la Biblia es un
símbolo de corrupción (1 Corintios 5:6-8, Gálatas 5:9). Símbolo de la doctrina
perniciosa (Mateo 16:5-12, Marcos 8:15), "guardaos de la levadura de los fariseos y de los
saduceos..." "no les había
dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los
fariseos y de los saduceos". "guardaos de la levadura de los
fariseos, y de la levadura de Herodes".
Parábola de la levadura. Mateo 13:33: "...El reino de los cielos es semejante
a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta
que todo fue leudado". Hay dos interpretaciones diferentes que han
dividido a los estudiosos bíblicos con respecto a la interpretación de esta
parábola. Un grupo opina que esta levadura es el evangelio, que con gran fuerza
todo lo invade, todo lo transforma y todo lo revoluciona. Por eso es figura que
penetra todas las mentes, todas las instituciones, todas las naciones etc. Pero
chocamos con un grave obstáculo, que en toda la Biblia la levadura es símbolo
de corrupción y pecado, (Ver Mateo 16:6-12, Marcos 8:15, 1 Corintios 5:6-7, Gálatas
5:9). La mujer es identificada como un símbolo siniestro según Zacarías 5:7-8,
Apocalipsis 2:20,17:1. Pero, ¿con qué vamos a identificar a las tres medidas de
harina? Jesús advierte el sentido siniestro de doctrina en tres clases de
opositores a la pureza del evangelio: los fariseos, los saduceos y lo
herodianos (seguidores de Herodes).
LOS FARISEOS.
Cuando los expatriados volvieron del cautiverio babilónico, y malentendiendo
la naturaleza de la santidad de Dios, cultivaron un separatismo falso,
olvidándose de ser "luz a las naciones". Evitaron todo contacto con
los paganos, así nació el fariseismo. La división se hizo peor, cuando
Palestina fue influida por el Imperio Griego. Algunos judíos (helenistas) la
aceptaron; otros (los hasideos, de Hasadim, que significa santos), la
resistieron. De los helenistas surgieron los saduceos, de los hasideos los
fariseos. Fariseo, es un término arameo que significa "separatistas".
En su afán de no contaminarse con nada y seguir estrictamente la ley, se
mantenían alejados de todo contacto que, según ellos podía contaminarlos. Se
alejaban del "pueblo común", que por ignorar la ley, no la cumplía y
por quebrantarla era inmundo. Era un partido de resistencia, su intento era
volver a la ley mosaica, para observarla y ajustarse a sus preceptos. Mostraban
una piedad formal externa pero una equivocada actitud de corazón. Representaban
la levadura de la tradición, que intentaba corromper la pureza de la revelación
divina. Eran el símbolo de una religión vacía de contenido, pero llena de reglas
y preceptos.
Los fariseos creían en la moralidad exterior, Jesús en la
moralidad interior. Marcos
7:20 dice: "Pero decía, que lo que del hombre
sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres,
salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los
homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la
envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de
dentro salen, y contaminan al hombre".
Lo que Jesús atacó, no fue la ley, sino la tradición, que era una
tergiversación de la ley. La frase insistentemente usada en el Sermón del
Monte, "oísteis que fue dicho a los antiguos (a sus antepasados)" no
dice lo que fue escrito, sino lo que fue dicho. Los fariseos habían caído en
legalismo. El legalismo, es el uso erróneo de la ley, por medio del cual se la
pervierte, cuando se hace camino de salvación o mero código externo, o ambas
cosas a la vez. En el Sermón del Monte, hay seis alusiones que comienzan: "oísteis que
fue dicho..." ¿por qué? Porque todos los que quieren
justificarse por medio de la ley, terminan modificándola y pervirtiéndola para
poder escapar de sus demandas y hacer nula su autoridad. Veamos: 1) El no
matarás, también incluía lo que ellos no imaginaban, el hecho de enojarse o
llamar fatuo a un hermano. 2) El no cometer adulterio, también no tuvieron en
cuenta que el hecho de mirar para codiciar la mujer del prójimo también era
adulterio. 3) También habían pecado cuando en caso de divorcio, los hombres habían
incluido los caprichos arbitrarios y no se limitaban al hecho de haber hallado
algo indecente en ella. 4) Hacían algunos tipos de juramentos y otros no. Jesús
dijo, que la palabra de un creyente no necesitaba reafirmarse por un juramento.
O sea que no debía jurar. 5) El "ojo por ojo y diente por diente",
era una guía para la equivalente restitución, pero los fariseos lo habían usado
para justificar la venganza. 6) El amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu
enemigo, era una versión perversa de la tradición que les evitaba
"incomodidades", ya que el prójimo se limitaba a ser un minúsculo
grupo íntimo. Estos seis ejemplos que anteceden muestran el siguiente panorama:
a) Se procuraba de alguna manera ampliar los derechos. Justificaban así muchos
divorcios indebidos, que obedecían a meros caprichos egoístas de los hombres. A
partir de allí, fue establecida la causa de la infidelidad. El "ojo por
ojo.." que nació para restituir lo equivalente a lo perdido, fue la puerta
para los deseos de venganza. b) Se procuraba restringir lo "incómodo"
de los mandamientos. El prójimo era tan solo otro israelita o sea tu amigo.
Jesús se opuso a esto y mandó a que amáramos a los enemigos. c) Permitían una
moral o santidad superficial.
"Porque os digo
que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no
entraréis en el reino de los cielos" Mateo 5:20.
La levadura farisea llevaba al mero proselitismo,
olvidando la evangelización. Mateo 23:15 dice: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez
hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros". Proselitismo: es convertir a alguien a
nuestras opiniones y cultura, amoldándolo a nuestra modalidad. El motivo que
nos impulsa es extender nuestro imperio. Evangelización: es
proclamar las buenas nuevas de Dios en Jesucristo, para que los hombres crean y
tengan vida, y sean conformados a la imagen de Jesucristo y no a la nuestra. El
motivo que nos impulsa, es el deseo del bienestar del hombre y la gloria de
Dios.
La levadura farisea los llevó a mal comprender la
naturaleza de la santidad que Dios requería de ellos, formulando un separatismo
falso. Debían ser luz a las naciones
(Isaías 49:6), pero no lo hicieron, ya que evitaron todo contacto con los
paganos por miedo a la contaminación.
La levadura farisea los llenó con una actitud de
superioridad y escarnio hacia el pueblo necesitado de guía. Mostraron su fastidio ante la popularidad de Jesús (Juan
7:48-49). Crearon una "hermandad cerrada". Eran así ásperos y
severos, sin compasión por los ignorantes, los pecadores y los necesitados.
"Los fariseos pensaban en sí mismos, de cómo mantener su propia pureza,
Jesús pensaba primero en otros, como buscar y salvar al perdido". Es la
figura del médico que se arriesga al contagio, pero no rehusa atender al
enfermo. Es el pastor que busca a la oveja perdida, o la mujer que ha perdido
el dracma, o el padre que perdió a su hijo.
LOS SADUCEOS.
Los saduceos fueron permeables a la influencia helénica o griega. Llegaron a
ser un partido opuesto a los fariseos. Sus integrantes eran generalmente ricos,
influyentes y con cargos públicos. Ellos negaban: a) la resurrección, ya que
creían que alma y cuerpo mueren juntos. b) La existencia de los ángeles y
demonios. ¿Por qué? Porque la ley de Moisés no tiene textos sobre estas
doctrinas. Fueron influidos por los griegos, y así copiaron las ideas de
Aristóteles, descartando todo lo que no es racional. Por eso Jesús los llamó
generación de víboras (Mt 3:7), demandaban señal de parte de Jesús (Mateo
16:1-4) El Sanedrín estaba compuesto por los fariseos y los saduceos.
La levadura de los saduceos, representaba la especulación
y la filosofía, que tanto daño han hecho a la pureza del evangelio a través de
toda la historia. Para nombrar
algunos de los exponentes del principio de la historia de la iglesia, tenemos a
Cerinto, el precursor de los gnósticos, el cual distingue a Cristo de Jesús. El
enseñó que Jesús fue hijo humano de María y José, y que en el momento del
bautismo su cuerpo fue tomado por Cristo. En el siglo II, los gnósticos
pretenden demostrar que las cosas profundas de la fe cristiana, era para un
élite, un grupo de iluminados, una aristocracia espiritual. Para éstos, las
exigencias morales y éticas importan muy poco. El cuerpo era algo muy pobre,
simple caja o envoltorio y no podía contaminar el alma iluminada. 1 Juan 1:5, nos dice que "Dios es luz", y no
hay tinieblas en El. Algunos anunciaban una perfección sin pecado. El pecado
era asunto del cuerpo, pero no del espíritu. 1 Juan
2:3 dice: "sabemos que le conocemos". El
conocimiento era la pasión de los griegos. Ellos creían en un conocimiento
reservado para pocos, para los de intelecto superior y más capacitados.
Antiguamente la sociedad estaba más estrechamente
relacionada y con menos oportunidades de vida privada, individual o separación.
Baños públicos, gremios de comerciantes, templos paganos, paseos públicos,
recintos políticos, etc, estaban infectados de ídolos. El cristianismo
representó una amenaza a una estructura social de mucho tiempo. Ante este
desafío algunos "iluminados" trataron o buscaron una manera de
"relacionarse", pero generaron compromiso indebido con el paganismo,
por ejemplo los nicolaítas y otros, que merecieron la censura de los apóstoles
(Apocalipsis 2 y 3).
Algunos pensadores contemporáneos también generaron
compromisos indebidos. Por ejemplo N. Vincent Peale, quien en sus escritos
confunde fe con optimismo. El creía que el hombre puede cambiar su vida
cambiando sus actitudes mentales. Iguala al pensamiento positivo con la fe
bíblica. El no distingue fe en uno mismo con fe en Dios. A él no le
preocupa para nada el objeto de la fe. Recomendaba repetir tres veces
cada día: creo, creo, creo (no dice en que). Fe se transforma en confianza en sí
mismo, optimismo sin fundamento. El pensamiento positivo es sinónimo de
lo que quisiéramos que fuera cierto.
Décadas atrás captó la atención de muchos lo que dio en
llamarse la "teología de la liberación", que en
realidad fue usar la Biblia como pretexto para justificar los movimientos
políticos de liberación, aún apoyando la violencia. En realidad fue una mera
especulación basada en filosofía humana.
La teología de la prosperidad para
nosotros no es bíblica. Tiene un alto contenido especulativo. Donde el dar se
transforma en una "inversión" por todo aquello que voy a recibir. La
motivación del dar está contaminada por una filosofía humana y no por el móvil
del amor.
LOS HERODIANOS.
Eran un partido político adicto a Herodes. Hubo varios
Herodes, porque Herodes es un título, que quiere decir: descendiente de héroes.
Como los príncipes herodianos dependían de Roma, sus partidarios se sometían de
buena voluntad al poder romano, y sostenían que era justo pagar tributo a los
emperadores, cosa que negaban los fariseos. Sin embargo, ambos partidos,
deseaban la continuación de la religión judía, y se unieron para oponerse a la
obra de Cristo, el verdadero Mesías.
Los herodianos representan la levadura de la mundanalidad. Colosenses 2:8 nos
dice: "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y
huecas sutilezas, según tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos
del mundo y no según Cristo".
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Aquí tenemos en un sólo texto, incluidos: la filosofía
especulativa, las tradiciones, y la mundanalidad. Estas son las tres levaduras
denunciadas por Cristo cuando dijo que debíamos tener cuidado con la levadura
de los fariseos, saduceos y Herodes (Marcos 16:6-12, Marcos 8:15).
Hay un autor que nos narra una forma de cocinar a las
ranas. Si las echamos en la olla de agua hirviendo, el calor las hará saltar.
Pero si las ponemos en una olla con agua fría, e incrementamos muy lentamente
la temperatura sólo se dará cuenta cuando esté cocinada. Nuestros valores
cristianos dentro de esta sociedad se han ido cocinando lentamente a través del
tiempo. Las ranas no advertían el cambio gradual en la temperatura del agua.
Con frecuencia los valores y creencias reflejan la mediocridad de la sociedad
moderna, y son valores empobrecidos. ¿Por qué no gritamos con mayor fuerza
contra el aborto, la discriminación, la homosexualidad, el divorcio, los
travestis, las inmoralidades y la corrupción generalizada?
¿Existe una gran o pequeña diferencia en cómo vive el
mundo y como vivo yo? ¿Mi vida ofrece esperanza o desilusión?
Una persona recorrió todo EEUU, para entrevistar a 350
destacados líderes cristianos para realizar una tesis o trabajo. Al finalizar expresó:
"He encontrado un gran celo por la
obra de Dios, pero muy poca pasión por El". Ver Apocalipsis 2:2-4.
La obediencia es la característica sobresaliente del
cristiano bíblico. El Dr
Schaeffer, gran estudioso de nuestra cultura contemporánea dijo que la mayoría
de las personas han adoptado dos valores empobrecidos: 1) La tranquilidad
personal, es decir, déjenme solo, no me molesten con los problemas de otros. Se
desea vivir la vida con un mínimo de incomodidad. Estando cerca de los
necesitados, somos vulnerables. Que mis patrones de vida no sufran interferencia
alguna, sin importar los efectos sobre los hijos y los nietos. 2) Abundancia,
la abundante y creciente prosperidad. Una vida hecha de cosas, cosas y más
cosas. El éxito se juzga por la abundancia material. Todo esto da lugar a
los cristianos tibios. Somos cristianos bíblicos en espíritu,
pero tibios en nuestra práctica. ¿Cómo darnos cuenta? Recordemos la tarea de
los arqueólogos que exploran las ruinas de civilizaciones olvidadas. Buscan
restos o trozos de cerámica, ¿para qué? Si las encuentran, saben que son partes
de vasijas rotas y al estudiarlas proyectan como era cuando estaba intacta. Un
pedacito de tu vida, no es un hecho aislado, ni desvinculado entre sí. ¿Cómo
encaja en el todo? En ocasiones resultamos ser dos personas en una sola.
El cristiano visible, el que todos ven, sabemos que hablar y cómo
comportarnos. Ante cada grupo somos diferentes. Por ejemplo en la cancha de
fútbol, en el trabajo, en la iglesia, en el grupo familiar, etc. A veces
desempeñamos papeles bien diferenciados. Esto nos lleva a la crisis de
identidad: ¿cuál de todos es mi verdadera persona? El cristiano
verdadero es el que Dios conoce.
1 Juan 2:15 dice:
"No améis el mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al
mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los
deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no
provienen del Padre sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos, pero el que
hace la voluntad de Dios, permanece para siempre".
"Los deseos de la carne": son las necesidades físicas como la comida, bebida,
sexuales, de descanso, etc, que son legítimas pero que deben ser legítimamente
satisfechas. En el caso de Jesús, la tentación de convertir la piedra en pan,
lo alejaba de la voluntad de Dios. No estimulemos los deseos físicos
más allá de la línea permitida por Dios. Tengamos presente los
consejos: "huye
de las pasiones juveniles" 2 Tim
2:2. "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros..." Col 3:5. "Despojaos del viejo
hombre..." Col 3:9. "y
revestido del nuevo" Col 3:10.
"Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados..." Col 3:12.
"La vanagloria de la vida": es el caso de la invitación dada a Jesús para tirarse de
la parte más alta. Es el deseo de lograr grandes cosas, de ser un personaje,
alguien importante. Es la ambición. Mostrar y mostrarnos.
"Los deseos de los ojos": representa lisa y llanamente la avaricia y el deseo sin
límites de obtener cosas. Tanto tienes, tanto vales, dicen muchos hoy. Como
cristianos diríamos "tanto eres, tanto vales". Sin darnos cuenta
asumimos actitudes materialistas que nos presionan para tomar malas decisiones.
El problema no es la cantidad de cosas, sino nuestra relación con las cosas.
Cada cosa en nuestra vida es un instrumento o un ídolo. Los que conformamos
esta sociedad, somos empujados a comprar, nos crean necesidades que no son
tales. Cada propaganda de auto, perfume u otra cosa, nos dicen que con ellos
nos vamos a sentir mejor. 1 Timoteo 6:8,
nos dice que "teniendo sustento y abrigo estemos contentos".
Los hombres de hoy están consumidos por el deseo de comprar cosas que no
necesitan, con dinero que no tienen, para impresionar a personas que no les
simpatizan. Las naciones de hoy son evaluadas por su ingreso per cápita, como
si lo único que importara fuera el dinero. Luego de la segunda guerra, se paró
la maquinaria bélica y hubo que encontrar salida para vender y vender. Un libro
que se hizo famoso en la década del 50, denuncia la alianza entre los
comerciantes y los estudiosos de la conducta humana, para estimular a los
individuos a comprar más. Se logra que nos sintamos avergonzados por un auto
viejo, o que vayamos a una fiesta con ropa que hemos usado otras veces. La
satisfacción más grande de la vida la constituyen las relaciones personales. En
la carrera materialista son dejadas de lado. Ver en Lucas 12:15 en que consiste la vida del hombre. “Mirad,
y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia
de los bienes que posee”
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@JAlfredoLievano