miércoles, 3 de febrero de 2016

SIEMPRE QUE RECIBAS UNA BENDICIÓN...


Dios es la única fuente de toda bendición. Él es quien pone los medios y dirige todos los acontecimientos para que lleguen a tus manos.   Él es la fuente de tus capacidades naturales y espirituales, su acción directa sobre ti lo hace posible.   Lo que tienes y lo que eres se lo debes a Dios, tu Padre. No te jactes, como si lo hubieras obtenido por tus propios medios.


Así como Dios te ha bendecido hasta hoy, así también lo continuará haciendo en el futuro. Su decisión de hacerlo se mantiene firme aunque no lo merezcas; pero también es necesario entender que te dará todo lo que necesites para sus propósitos, y no lo que quieras para tus propios fines. No es lo mismo la necesidad orientada hacia un propósito divino, que el deseo orientado hacia propósitos egoístas.


Siempre que recibas una bendición, recuerda que se debe a la GRACIA de Dios, no a tus méritos y capacidades...    Siempre que recibas una bendición, úsala de acuerdo a las pautas dadas en su Palabra y no según las costumbres del criterio de la mayoría...    Siempre que recibas una bendición, pídele al Señor que te dé sabiduría para que la sepas usar correctamente y sea aprovechada para la difusión de su mensaje en el entorno donde vives...


“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”
Santiago 1:17.





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@JAlfredoLievano 

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