Tu peregrinar sobre la tierra es como un camino ascendente
hacia la perfección, en el que con tus fuerzas, criterios y recursos te hacen imposible
alcanzar las metas trazadas; en donde
reconoces tu condición de criatura limitada ante tu Creador ilimitado.
“Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no
nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” Salmo 100:3
Todo cuanto te sucede “aquí” es parte de un proceso
formativo que Dios te aplica para que tu vida espiritual crezca y se amolde al carácter
de Cristo, para que experimentes la acción sobrenatural y transformadora del Espíritu
Santo obrando en tu interior, para que aprendas a desarrollar tu visión espiritual
y enfocarla hacia arriba más allá de los “espejismos del desierto”.
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las
cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira
en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra
vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se
manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria” Colosenses 3:1-4
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que
hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a
él, porque le veremos tal como él es” 1 Juan 3:2
A lo
largo de todos estos años vividos en esta tierra, Dios te ha estado enseñando a
creer y a depender absolutamente de él; esa es la razón por la que enfrentas situaciones que te lo
demandan, en las que humanamente hablando es imposible enfrentar y resolver, en
las que te ves completamente desprovisto (a) de toda ayuda, en las que te ves
en la imperiosa necesidad de poner toda tu confianza y esperanza en él.
“Ayúdanos, oh Jehová, porque en ti nos apoyamos”
2 Crónicas 14:11
Por medio de todas estas circunstancias difíciles e
imposibles adquieres la certeza que la realidad poderosa y soberana de Dios envuelve todo el
universo; que nada se sale de su control a pesar de las tormentas que arrecian
con fuerza.
“Tened ánimo; yo soy, no temáis”
Marcos 6:50
“He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por donde
quiera que fueres... porque no te
dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho” Génesis 28:15
Tu estancia
en la tierra es corta y temporal; tu destino definitivo es el cielo, la patria
eterna a la cual perteneces. Que las
pruebas y dificultades de la vida no te hagan perder la noción de tu meta
final. Dios te ha llamado a trascender más allá de las fronteras del universo,
pero antes es necesario pasar por el proceso.
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su
gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él
mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” 1 Pedro 5:10
ES NECESARIO PASAR POR EL PROCESO
“Pues tengo por cierto que las aflicciones
del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros
ha de manifestarse” Romanos
8:18
TWITTER.
@JAlfredoLievano
No hay comentarios:
Publicar un comentario