JESUCRISTO ES DIOS

No dudes más de la realidad visible de Dios manifestada en Jesucristo; él te lo ha hecho entender claramente por medio de su Palabra revelada en la Biblia.

Ø Jesucristo es el Dios vivo y eterno. “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8)

Ø Jesucristo es el creador y gobernador del universo. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Juan 1:1-3)

Ø Jesucristo es el centro de la revelación bíblica. “Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día” (Lucas 24:44-46)

Ø Jesucristo es Dios manifestado en carne humana. “Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.” (1 Timoteo 3:16)

Ø Jesucristo te abrió la puerta del perdón, la salvación y la vida eterna por medio de su sacrificio en la cruz. “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:22-23)

Ø Jesucristo opera transformaciones profundas en tu interior por medio de su Espíritu. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17)

Es necesario que ya no dudes más de estas verdades. La incredulidad es una fuerte barrera que te impide experimentar la vida plena que tanto anhelas. Somete tus estructuras lógicas bajo la acción sobrenatural del Espíritu Santo para que su acción produzca en ellas convicciones firmes de esta verdad absoluta.

“Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre si no es por mi”

Juan 14:6

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