Necesitas fundamentar tu conducta en la Palabra de Dios para
que la reflejes con espontaneidad en todas partes y se produzcan frutos
coherentes. Tiene que existir un nexo entre lo que crees y lo que vives; entre
lo que enseñas y lo que vives. Necesitas fructificar donde Dios te ha puesto...
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y
os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca”
Juan 15:5
Revisa tu vida bajo la luz de la Palabra de Dios y pídele
que su poder sobrenatural te transforme para que espontáneamente proyectes una
vida acorde a sus enseñanzas.
Mucha atención
a la siguiente advertencia:
“Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da
frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar
frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el
fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad.
Mateo 7:21-23
Que Dios te ayude a ser coherente con lo que crees y enseñas.
¡Abandónate
bajo su poder transformador!
¡Abandónate
bajo su fidelidad!
TWITTER.
@JAlfredoLievano
No hay comentarios:
Publicar un comentario