Es necesario vivir para el
propósito para el cual Dios nos creó; de ahí que es importante renunciar a
nuestros proyectos para someternos incondicionalmente a los suyos y pedirle que
nos enseñe sus caminos.
“No se haga mi voluntad sino la tuya”
Lucas 22:42
“Enséñame, oh Jehová tu camino;
Caminaré yo en tu verdad”
Salmo 86:11
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VIVIR PARA DIOS ES...
Consagración
incondicional.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es
vuestro culto racional.”
Romanos 12:1
No
seguir la corriente de la mayoría.
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Romanos 12:2
Seguir
el ejemplo de Cristo.
“Porque ejemplo os he dado para que como yo os he hecho, vosotros
también hagáis”
Juan 13:15
Transmitir
su mensaje al mundo.
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para
luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la
tierra.”
Hechos 13:47
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VIVIR PARA DIOS ES...
Vida
de oración y reflexión bíblica.
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la
verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
Mateo 26:41
Creer
y descansar en todas sus promesas.
“Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por
medio de nosotros, para la gloria de Dios.”
2 Corintios 1:20
Creer
y descansar en sus procedimientos soberanos.
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las
naciones; enaltecido seré en la tierra.”
Salmo 46:10
No
tener miedo a las circunstancias.
“Yo soy; no temáis.”
Juan 6:20
Perseverar
en medio de las adversidades.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas NI
DESMAYES, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Josué 1:9
En nuestras fuerzas es
imposible hacerlo; por lo que necesitamos vivir en una constante dependencia de
la acción sobrenatural del Espíritu Santo obrando en nosotros.
Sin
lugar a dudas que vivir para Dios trae resultados insospechados de bendición.
Vida transformada por la acción
sobrenatural del Espíritu Santo.
Certeza de la presencia
real de Dios en tu interior.
Convicción en el contenido
de la Palabra de Dios.
Espontaneidad en seguir el
ejemplo de nuestro Señor Jesucristo.
Paz que sobrepasa todo
entendimiento y circunstancia.
Seguridad en medio de todo
ambiente de inestabilidad.
Fortaleza en medio de todo
tipo de circunstancias adversas.
Verás la intervención poderosa
y soberana de Dios en cada circunstancia.
Determinación de no volver
atrás.
VIVAMOS PARA DIOS.
“Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues
si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así
pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.”
Romanos 14:7-8
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José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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