Has entendido lo importante, urgente y necesario que
es el clamor a Dios. Él dice: “Clama a mí, y yo te responderé; y te enseñaré cosas grandes
y ocultas que tu no conoces” (Jeremías
33:3). Sin embargo, es necesario que tengas tres actitudes
básicas al momento de hacerlo.
Fe.
Creer que Dios te escucha, que para él nada es
imposible ni difícil; que con solo dar una orden, todo lo puede transformar
repentina y radicalmente. Cree que
recibirás eso por lo que has estado orando desde hace mucho tiempo.
Persistencia.
Perseverar aunque veas que nada se mueva a tu favor,
aunque las cosas en lugar de mejorar empeoran. Después de tanto tiempo encontrarás lo que
insistentemente estuviste buscando: ¡Un verdadero sentido a tu vida!
Esperanza.
Esperar en el momento perfecto de Dios aunque en
apariencia todo sea demasiado tarde; esperar ante las puertas cerradas. ¡Esperar ante cero posibilidades! ¡Esperar
en su acción sobrenatural!
“Pedid,
y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel
que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá”
Mateo 7:7-8.
¿Qué son esas
“cosas grandes y ocultas” que menciona el profeta Jeremías?
Son los tesoros espirituales que se esconden detrás de
las realidades terrenales, detrás de las circunstancias externas que te
envuelven y de las adversidades que te amenazan.
Comienzas a ver la vida presente desde otra
perspectiva diferente, “miras” la realidad de Dios envolviéndote
constantemente, “miras” la mano de Dios obrando soberanamente en medio de cada
circunstancia; comienzas a verlo todo desde la perspectiva espiritual en medio
de tu peregrinaje sobre la tierra.
Al clamar constantemente a Dios, se te abren de par en
par las puertas de una nueva dimensión espiritual, las puertas de una “vida EN
el Espíritu” que consiste en adquirir convicciones que van más de allá de la lógica,
en ser libre de ataduras internas y externas, en desear espontáneamente vivir para
Dios, en ser dócil a todas sus indicaciones, en transmitir por todos los medios
posibles su mensaje de salvación. Sientes la necesidad espontánea de vivir para
lo que naciste.
Atención a esto: Entiendes
lo que debe ser lo prioritario en tu vida y lo que necesitas desechar por
completo.
Al clamar...
¡Conocerás quien es Dios!
“Conocerás
que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mi”
Isaías 49:23.
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José Alfredo Liévano
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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