domingo, 16 de octubre de 2016

AL CLAMAR... ¡Conocerás quien es Dios!


Has entendido lo importante, urgente y necesario que es el clamor a Dios. Él dice: “Clama a mí, y yo te responderé; y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces” (Jeremías 33:3). Sin embargo, es necesario que tengas tres actitudes básicas al momento de hacerlo.

Fe.
Creer que Dios te escucha, que para él nada es imposible ni difícil; que con solo dar una orden, todo lo puede transformar repentina y radicalmente.     Cree que recibirás eso por lo que has estado orando desde hace mucho tiempo.

Persistencia.
Perseverar aunque veas que nada se mueva a tu favor, aunque las cosas en lugar de mejorar empeoran.     Después de tanto tiempo encontrarás lo que insistentemente estuviste buscando: ¡Un verdadero sentido a tu vida!

Esperanza.
Esperar en el momento perfecto de Dios aunque en apariencia todo sea demasiado tarde; esperar ante las puertas cerradas.     ¡Esperar ante cero posibilidades! ¡Esperar en su acción sobrenatural!

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá”
Mateo 7:7-8.



¿Qué son esas “cosas grandes y ocultas” que menciona el profeta Jeremías?

Son los tesoros espirituales que se esconden detrás de las realidades terrenales, detrás de las circunstancias externas que te envuelven y de las adversidades que te amenazan.

Comienzas a ver la vida presente desde otra perspectiva diferente, “miras” la realidad de Dios envolviéndote constantemente, “miras” la mano de Dios obrando soberanamente en medio de cada circunstancia; comienzas a verlo todo desde la perspectiva espiritual en medio de tu peregrinaje sobre la tierra.

Al clamar constantemente a Dios, se te abren de par en par las puertas de una nueva dimensión espiritual, las puertas de una “vida EN el Espíritu” que consiste en adquirir convicciones que van más de allá de la lógica, en ser libre de ataduras internas y externas, en desear espontáneamente vivir para Dios, en ser dócil a todas sus indicaciones, en transmitir por todos los medios posibles su mensaje de salvación. Sientes la necesidad espontánea de vivir para lo que naciste.

Atención a esto: Entiendes lo que debe ser lo prioritario en tu vida y lo que necesitas desechar por completo.  



Al clamar...
¡Conocerás quien es Dios!

“Conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mi”
Isaías 49:23.




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José Alfredo Liévano

PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano

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