De nada te
sirve ser responsable y diligente en tus actividades de cada día si no tomas en
cuenta a Dios en medio de ellas. Dice el salmo 127: “Si Jehová no edificare la casa, en vano
trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la
guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,
y que comáis pan de dolores” (Salmo
127:1-2). De nada te
sirve tanto afán, que desarrolles todas tus capacidades y tengas todos los
recursos a tu disposición si no tomas en cuenta a Dios. Imposible así tener el
respaldo que esperas.
¿Cómo incluir a Dios en tus actividades diarias?
Consagrándole
cada día todo lo que en él hagas. ¡Tú
vives para Dios! ¡No lo olvides! “Y todo lo que
hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor...” (Colosenses 3:23).
Piensa y
procede motivado (a) en beneficiar a los demás, a no velar por tus intereses
egoístas “No nos
cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así
que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la
familia de la fe” (Gálatas 6:9-10).
No sigas los
criterios de la mayoría de personas. No sigas la corriente de conductas que se
oponen a las enseñanzas de la Palabra de Dios. “No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
Se fiel en la misión
que te ha sido encomendada con la firme convicción que te irá abriendo caminos
donde no los hay. “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta
abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has
guardado mi palabra, y no has negado mi nombre” (Apocalipsis 3:8).
No te jactes de
ti mismo (a). No olvides que todo lo que bueno que alcanzas se debe únicamente a
su Gracia y Misericordia incondicional; realmente nada mereces. “Pero por la gracia
de Dios soy lo que soy” (1 Corintios
15:10).
No
lo olvides...
¡Grábate
estas actitudes!
¡Consagración!
¡Amor al prójimo!
¡Obediencia!
¡Fidelidad!
¡Humildad!
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José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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