Todo lo que se
haya edificado sin la aprobación de Dios se echará a perder, aunque durante siglos
haya gozado de fama, prosperidad y poder.
En su
momento... ¡Todo se echará a perder!
La fuerza y la
prepotencia de los grandes serán reducidas a nada cuando el sexto sello se
abra.
“Miré cuando abrió el sexto sello, y he
aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la
luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la
tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte
viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte
y toda isla se removieron de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes,
los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se
escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los
montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel
que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de
su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”
Apocalipsis
6:12-17
Es imposible
que Dios respalde la injusticia, la inmoralidad, el robo y la corrupción.
¡Vienen
tiempos de justicia!
“Estas palabras son fieles y
verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su
ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. ¡He aquí,
vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este
libro”
Apocalipsis
22:6-7
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José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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