Llegará el
momento cuando las grandes potencias políticas y económicas fundamentadas en la
soberbia colapsen, cuando no puedan sostenerse a sí mismas y mucho menos puedan
brindar ayuda a las naciones menos favorecidas.
“Maldito el varón que confía en el
hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como
la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en
los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada”
Jeremías 17:5-6.
Llegará el
momento cuando toda soberbia sea humillada, cuando los ejércitos de la tierra que
se consideran los dueños del mundo y de las voluntades se confronten con su
debilidad.
“La altivez de los ojos del hombre será
abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será
exaltado en aquel día. Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo
soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido... La altivez del hombre será abatida, y la
soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel
día. Y quitará totalmente los ídolos.”
Isaías 2:12,
17-18.
Llegará el
momento cuando al soberbio no le quedará más remedio que esconderse bajo las
cavernas de la tierra y menospreciar todo aquello que consideró su seguridad.
“Y se meterán en las cavernas de las
peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y
por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra.
Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y
sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase, y se meterá en las
hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable
de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar
la tierra.
Isaías 2:19-21.
Llegará el
momento cuando la “grandes civilizaciones” levantadas sobre las bases de la
soberbia, la prepotencia, la corrupción, el engaño, la inmoralidad y la
injusticia sean destruidas con el “dedo de Dios” para no levantarse más.
“Cuanto ella se ha glorificado y ha
vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su
corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; por lo
cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada
con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga. Y los reyes de la
tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán
y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose
lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de
Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio! Y los
mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno
compra más sus mercaderías... Porque en una hora han sido consumidas tantas
riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos
los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio,
dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?... Y en ella se halló la sangre de los
profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra”
Apocalipsis 17:7-11,
17-18,24.
¡Ya está escrito!
Dios lo ha dicho.
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José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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