Dios tiene autoridad sobre toda fuerza espiritual
y humana aunque ésta elabore toda clase de estrategias y haga todo intento
variado por oponérsele. Dios gobierna sobre toda circunstancia y evento natural;
nada se le ha escapado de control a lo largo de los siglos transcurridos y de
todos los “grandes” imperios.
“El Altísimo gobierna el reino de los hombres”
Daniel 4:17.
Dios sabe porque permite las cosas y cuánto tiempo;
sus métodos son inescrutables.
“Todos los habitantes de la tierra son
considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y
en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué
haces?”
Daniel 4:35.
Vendrá un día cuando “el horno del juicio de Dios”
se encienda a su máxima potencia sobre todas las naciones que le desafiaron a
lo largo de los siglos; vendrá sobre todo soberbio, prepotente, injusto,
asesino, corrupto, fornicario, depravado sexual y todo aquel que se goce en la
maldad. ¡Todo a su tiempo!
“Pero los cielos y la tierra que
existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego
en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados,
no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor
vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras
que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser
deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando
y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero
nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los
cuales mora la justicia.
2 Pedro 3:7-13.
No trates de interpretar las acciones de Dios y
censurarlas de acuerdo a tus juicios limitados. Todo está bajo su autoridad
soberana.
“¡Oh profundidad de las riquezas de la
sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e
inescrutables sus caminos! Porque ¿quién
entendió la mente del Señor? ¿O quién
fue su consejero?”
Romanos
11:33-34.
Con
respecto a ti...
Dios sabe
porque ha permitido tantas cosas a lo largo de tu historia personal sin perder
el control en cada circunstancia; no ha perdido el control ni aun en las
consecuencias que en el pasado generaste con tus acciones deliberadas. Su
autoridad soberana reposa sobre ti ahora mismo, aunque te sientas a la deriva.
Reconoce y cree
que sólo Dios puede librarte de las circunstancias ocasionadas por toda “autoridad”
que “se ha impuesto” sobre ti; sólo él puede hacerlo aunque todo lo veas
progresivamente en contra. Vendrá el momento en que él intervendrá repentinamente
y contra todo pronóstico.
Somete hoy tu
vida bajo la autoridad absoluta de Dios por medio de Jesucristo; con él, jamás
llevarás “las de perder”, nada ni nadie podrá dañarte aunque crea que lo
hace...
“¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el
Hijo de Dios?”
1 Juan 5:5.
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José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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