viernes, 13 de enero de 2017

EFECTOS REVITALIZADORES DE LA PALABRA DE DIOS.


Así como la tierra, para ser sembrada necesita ser limpia de toda interferencia, de igual manera debe serlo nuestro interior. La Palabra de Dios es como una semilla que no debe encontrar estorbos para su fructificación. Es necesario ser “buena tierra”...

“Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno”. 
Mateo 13:23.


Necesitamos que la Palabra de Dios quede impregnada en lo más profundo de nuestro ser y que sus efectos revitalizadores se hagan realidad; por lo que es necesario renunciar a todo pensamiento y hábito pecaminoso que lo impida.

“Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”
Santiago 1:21.



Efectos revitalizadores de la Palabra de Dios.

Experiencia interna de  la presencia viva de Dios.

Convicciones firmes en sus enseñanzas y promesas.

Coherencia espontánea de vida cristiana.

Deseo intenso de difundir su mensaje.

Discernimiento espiritual de los acontecimientos terrenales.

Esperanza de vida eterna.


“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”
Hebreos 4:12




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José Alfredo Liévano.
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