Una de las
señales claras del pronto regreso de nuestro Señor Jesucristo, será la difusión
de su mensaje hasta los cuatro rincones de la tierra, el cual llegará (ya
está llegando...) hasta lugares donde antes no se había oído jamás.
“Y será predicado
este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones;
y entonces vendrá el fin” Mateo 24:14. Alrededor de
esta poderosa señal, también se incrementarán otras relacionadas a eventos sociales,
políticos, religiosos y naturales. “Respondiendo Jesús, les dijo:
Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy
el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras;
mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún
no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y
habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será
principio de dolores. Entonces os entregarán a
tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa
de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se
entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se
enfriará.
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” Mateo 24:4-13. Todo se está
cumpliendo exactamente al pie de la letra; y en cualquier momento, la “puerta
de la gracia” será cerrada para dar paso a los repentinos juicios de Dios sobre
el mundo entero (Así está escrito...) “Mirad
también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería
y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros
aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz
de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante
del Hijo del Hombre” Lucas 21: 34-36.
Hasta lo último de la
tierra...
Dios está
levantando hombres y mujeres de toda ocupación, tanto secular como ministerial
para expandir el mensaje del evangelio hasta lo último de la tierra. Cada uno,
con la necesidad intensa de hacerlo con los recursos, talentos y dones que él
ha puesto en sus manos.
Actualmente, los recursos tecnológicos disponibles
son poderosas herramientas para su difusión, no hay excusas ni pretextos para
no hacerlo. ¿Quién no tiene ahora internet a su disposición?... Lleguemos con
las redes sociales hasta donde sea posible con la luz de Cristo. ¡Se trata de una labor prioritaria! “Porque así nos ha mandado el
Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas
para salvación hasta lo último de la tierra. Hechos 13:47.
Bajo las órdenes de Dios...
Incapaces somos
todos; pero al ponernos bajo la disposición de Dios, entonces somos capacitados
por el poder sobrenatural de su Espíritu; al igual que el apóstol Pablo,
preguntémosle: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” Hechos 9:6. Sin duda que algo hará
por medio nuestro. No temamos a las circunstancias aunque se empeoren... ¡Tendremos el respaldo de Dios!
“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para
probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que
tienes, para que ninguno tome tu corona”
Apocalipsis 3:10-11.
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José Alfredo Liévano.
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EN DIOS
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