Todo lo grande,
invulnerable e imponente que ahora vemos; pero que se edificó con robo, violencia,
corrupción, engaño, asesinato, inmoralidad y soberbia... ¡Colapsará!
Es mentira que las
cosas mejoren si se desecha la Palabra de Dios.
Las consecuencias
caen por sí mismas.
El diagnóstico es
grave para la humanidad, quien en forma clara, abierta y deliberada ha dicho... ¡No a Dios!
¡Colapso total!
Lo que espera al mundo.
Gradualmente se ven
las primeras señales...
Indiscutiblemente, ¡Vamos
rumbo hacia la gran tribulación!
¿Por qué lo
aseguramos?
Porque lo anunció
nuestro Señor Jesucristo.
“Aquellos días habrá una tribulación tan
grande como no la hubo desde que Dios creó el mundo hasta ahora, ni la habrá en
el futuro”
Marcos 13:19
El juicio que Dios
derramará sobre la tierra será provocado por la necia y constante insistencia de
la humanidad al revertir el orden divino de las cosas.
... Y Dios sigue
advirtiendo...
No deja de enviar a
sus mensajeros hasta el último rincón de la tierra.
No deja de llamar
al arrepentimiento a todos sin excepción, está ofreciendo su Gracia y
Misericordia a todos aquellos que acepten su amnistía redentora.
El tiempo es hoy...
“Arrepentíos y creed en el evangelio”
Marcos 1:15
Dios te ha escogido para estos tiempos...
Es prioritario que
sigas haciendo la obra que te ha sido encomendada aunque a tus ojos parezca
insignificante y rodeada de limitaciones; Dios se encargará de hacerlo
fructificar.
Difunde el
evangelio empleando todos los medios que ha puesto a tu disposición.
Di las cosas como
son, aunque el mensaje no sea bien recibido.
Ponte bajo las
órdenes de Dios sin temor... ¡Él te
respaldará!
“Proferiré mis juicios contra los que me
dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron. Tú,
pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas
delante de ellos...”
Jeremías 1:16-17
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