¡Incertidumbre! ¡Miedo!
¡Angustia! ¡Desesperación! Son reacciones naturales que predominan en
los momentos de fuertes y progresivas crisis imposibles; tenemos el caso de los
discípulos de Jesús, cuando tuvieron que enfrentarse a la destrucción de su
barca como consecuencia de una voraz tormenta.
“Aquel día, cuando llegó la noche, les
dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como
estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una
gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya
se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le
despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose,
reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se
hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no
tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién
es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
Marcos 4:35-41
Vemos un claro
contraste entre los discípulos y Jesús. Los discípulos amedrentados y Jesús
durmiendo sobre un cabezal. ¿Qué lección sacamos de ello? ¿Qué quiere
enseñarnos Dios con este episodio?
Ante las crisis...
¡Descansar en Dios!
¿Cómo descansar en
momentos así?
¡Orando!
¡Meditando en la
Palabra de Dios!
La meditación de la
Palabra de Dios y la oración deben fusionarse entre si...
Dios tendrá para ti el
consejo oportuno para el momento específico por el que atravieses; eso te
fortalecerá en gran manera, te llenará de gozo a pesar de las circunstancias y
te impulsará a obedecer espontáneamente sus indicaciones.
Ante la crisis...
¡Paz y Seguridad en Dios!
A pesar de la
tormenta que te azota con fuerza, su presencia real, poderosa y soberana te
envuelve siempre. Sus designios se cumplirán al pie de la letra, aunque no
comprendas qué hará y cómo procederá, aunque no comprendas cuando y donde intervendrá.
Deja toda
incertidumbre, angustia, miedo y desesperación... ¡Descansa!... ¡Que tu paz y seguridad estén arraigadas
en Dios! ¡Él sabe lo que hace!
“En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir
confiado”
Salmo 4:8
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EN DIOS
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