A cambio del dinero...
A cambio del
dinero muchas personas son capaces de traicionar a sus amigos... Vender su honor... Destruir vidas inocentes... Hacer cosas que en condiciones normales
jamás harían... Mentir, robar,
adulterar, blasfemar...
Lo anterior es
un claro reflejo que el amor al dinero es lo que ocupa el centro de sus
vidas... Estas personas han hecho de
él su única y fundamental fuente de existencia. Para ellas, no tener dinero, es estar totalmente
en la desgracia total. ¿Será esto
cierto?
¿Qué dice la Biblia al respecto?
“El
que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no
sacará fruto...”
Eclesiastés 5:10
“Raíz
de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”
1 Timoteo 6:10
El mundo dice: “Separado
del dinero nada puedes hacer”; en cambio nuestro Señor Jesucristo dice lo
contrario... “Separado de mí, nada podéis hacer” Juan
15:5; y cuando es NADA... ¡ES NADA!
Al no depender
de Dios, entonces te expones a hacer “cualquier cosa desesperada” con tal de
recibir lo que deseas o esperas, trayendo así terribles consecuencias a tu vida.
Depender del dinero es NO depender de Dios...
O dependes de
Dios... O dependes del dinero...
No puedes poner
tu confianza en ambos...
Tu provisión NO
depende del dinero... ¡Depende de
Dios!
Es Dios, quien te da la habilidad
para desarrollar un trabajo específico y obtener a cambio de él una remuneración...
Es Dios, quien mueve las
circunstancias para que recibas el dinero que necesitas ante un apuro económico...
Es Dios, quien de manera milagrosa
permite que recibas una provisión inesperada...
Es Dios, quien da la orden para
que te envíen oportunamente todo lo que necesitas...
Experiencias
pasadas te hacen recordar las intervenciones oportunas de Dios al proveerte de
donde menos lo imaginabas; el alimento, la ropa y el dinero llegaron por medios
inusuales y repentinos... ¡Acuérdate!
¡Tantos milagros en el desierto!
Lo anterior te lleva a exclamar con firme convicción...
“Alzaré mis
ojos a los montes;
¿De dónde
vendrá mi socorro?
Mi socorro
viene del Dios Eterno,
que hizo los
cielos y la tierra”
Salmo 121:1-2
¡Más allá del dinero!
La vida
abundante que Dios ofrece por medio de Jesucristo, va más allá de lo que las
riquezas materiales suelen ofrecer...
¡Más allá del dinero! ¡Más allá de toda satisfacción o necesidad material!
“Yo he venido
para que tengan vida; y vida en abundancia”
Juan 10:10
Esta es la
abundancia que has de anhelar... ¡Una
vida plena en el Espíritu! Lo demás, es decir los medios para suplir tus
necesidades temporales, te vendrán por
añadidura.
“No
os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La
vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido... Vosotros, pues, no os preocupéis por lo
que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa
inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro
Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y
todas estas cosas os serán añadidas”
Lucas 12:22-23; 29-31
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José Alfredo Liévano.
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