No le temas a
las circunstancias presentes; Dios está obrando en medio de ellas, aunque ahora
no veas nada claro... ¡Será hasta después...!
Las portentosas
obras que Dios hará en tu vida, serán motivo para que otras personas crean en
él y sientan la necesidad de buscarle, obedecerle y servirle.
Compréndelo...
¡Tu crisis tiene propósito!
¡Serás evidencia del poder
de Dios!
¡Los argumentos lógicos no
cabrán!
¡Será inevitable lo que
verán!
Mira el ejemplo de Lázaro...
“Entonces
quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los
ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que
siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para
que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz:
¡Lázaro, ven fuera! Y el que había
muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en
un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. Entonces muchos de los
judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús,
creyeron en él”
Juan 11:41-45
Sin duda...
¡Buen motivo para exaltar a Dios!
No será por tus méritos...
No será por tus
capacidades...
¡Será por su Gracia y Misericordia!
“No
a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino
a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad”
Salmo 115:1
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José Alfredo Liévano.
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