Es necesario
que el mandato fundamental de la Palabra de Dios quede permanentemente “escrita”
en nuestro interior, de tal manera que la proyectemos espontáneamente en todo
lugar.
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente
oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra
pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo
su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo
era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y
persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste
será bienaventurado en lo que hace”
Santiago 1:22-25
NO ES LO MISMO “EL SABER” QUE “EL HACER”
Es importante
superar la “actitud farisea” del “conocimiento” de la Palabra de Dios...
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le
dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Mateo 22:36-39
No es
lo mismo “saber” intelectualmente lo que Dios ha dejado establecido en la
Biblia, se trata de estar convencidos de ello y practicarlo con espontaneidad.
NECESITAMOS CONVICCIONES FIRMES.
Oremos para que así sea...
¡Una
genuina convicción nos llevará a practicar con espontaneidad el principio
fundamental de la Palabra de Dios!
---------------.
José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo
último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes sociales para ese propósito...
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