Dios,
tu Padre, es quien ha guardado tus pasos a lo largo de tu historia personal; ha
sido él quien te ha levantado en cada caída, no te ha dejado “en el suelo”.
¿Lo mereces?
¡No!
Todo se debe a su Gracia incondicional.
Es aquí
cuando se cumplen aquellas sabias las palabras inspiradas del Salmo 37:
“Cuando el hombre cayere, no quedará
postrado, porque el Dios Eterno sostiene su mano”
Salmo 37:24.
La Gracia de Dios te levanta.
La Gracia de Dios te fortalece.
La Gracia de Dios te capacita.
La Gracia de Dios te restaura.
La Gracia de Dios te sostiene.
“Mas el Dios de toda gracia, que nos
llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de
tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la
gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”
1 Pedro 5:10-11
NO TE ECHARÁS A PERDER.
¡Dios no lo permitirá!
Encomiéndale
el resto del camino terrenal que te hace falta recorrer; pero también es
necesario que te alejes de todo lo que te aparte de su voluntad perfecta.
“Encomienda al Dios Eterno tu camino,
confía en él; y él hará”
Salmo 37:5
“Apártate del mal, y haz el bien”
Salmo 37:27
Deja que
su perfecta soberanía trabaje en cada paso que des y los ordene de acuerdo con sus
propósitos.
“Por el Dios Eterno son ordenados los
pasos del hombre”
Salmo 37:22
“Dios ama la rectitud, y no desampara a
los a los suyos. Para siempre serán guardados”
Salmo 37:28
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo
último de la tierra”
Hechos 13:47.
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